miércoles, 6 de mayo de 2009


RESEÑA
“NATURALEZAS MUERTAS”

Xavi Bayle es un artista, pintor, escritor y escultor que reproduce sus obras con preferencia en animales (Animalista), con el propósito de concientizar a la sociedad de los derechos de los animales y de su bienestar.

El pasado 17 de Abril, Bayle publicó en la página de la asociación animalista “LIBERA” (www.liberaong.org) en Barcelona, un artículo titulado “Naturalezas Muertas” con el cual pretende destacar que el arte debe basarse en el respeto y la creación de naturaleza viva y no en la destrucción, es decir, en naturaleza muerta. Para apoyar lo anteriormente dicho Xavi Bayle se basa en hechos históricos de la sociedad, en obras propuestas por aquellos que se hacen llamar “artistas” y en opiniones propias como animalista.

Desde tiempos remotos la crueldad del ser humano se ha visto presente como una expresión de lo que muchos consideran arte, pretendiendo reflejar el dolor sin fingimientos, el dolor real, con la única diferencia de que para mostrarlo en el momento preciso, éste debe ser provocado. Bayle expone las obras de numerosos artistas, a los que llama asesinos, como es el caso de Guillermo Vargas, quien en el 2005 dio a conocer su obra “Eres lo que lees”, para la cual ató a un perro callejero y lo dejó morir de hambre, mientras los que asistían a sus exposición lo observaban. También presenta el caso de Rodrigo García, quien presentó obras teatrales que mostraban sonidos amplificados del dolor de los animales mientras les amputaba las patas, los cocinaba vivos o los ahogaba.
Este tipo de eventos, me permite comprobar que las actitudes de los seres humanos son inesperadas, en especial si se trata del “pseudoarte”, que propone el dolor, la tortura y el sufrimiento animal como algo curiosamente de gran belleza; olvidándose no sólo de la sensibilidad, sino también de lo moral y lo ético; denotando un cierto placer enfermo por la crueldad.

En distintos países la tortura animal es un crimen y por lo tanto tiene penalización, sin embargo las autoridades son tan flexibles frente a esta situación que los delincuentes que la practican no se restringen y continúan organizando peleas entre perros o gallos, masacrando gatos callejeros, torturando caballos y creando innovadoras obras de “arte”. El autor ejemplifica diferentes casos como el de Cattelan y sus caballos colgantes muertos, el de Cildo Meireles que incendia gallinas, el de los hermanos Brody que fabrican alfombras hechas con perros y el de Yoshua Okon que mete pollitos en el microondas. La mayoría de ellos se escuda en que los animales no sienten y sufren muy poco.
Es inaudito que las autoridades a pesar de tener leyes y castigos que prohíben el maltrato animal no actúen en situaciones como estas, en las que los animales necesitan protección; está comprobado que los animales también sienten dolor y padecen cuando se les maltrata, por lo tanto es una excusa absurda asegurar que toleran el sufrimiento.

La sociedad ha evolucionado con el paso del tiempo, ahora se comprende que hacer daño a otro individuo es inhumano, que hay que respetar la vida de los otros y ayudar a todo al que se le vulneren los derechos expuestos en la Constitución. No obstante estos conceptos no son aplicados a los animales y mucho menos a la naturaleza en general.
Sin importar sus derechos, el hombre hace uso de su licencia pata matar deliberadamente, por diversión, por deporte, por belleza y ahora incluso hasta por mostrar arte. Xavi Bayle especifica que el ser humano hizo uso de la ética y la moral para no lastimar a otros seres humanos, entonces ahora es el momento de utilizarla para la naturaleza en general, para interpretar el mundo, para dejar la psicopatía, para llamar arte a lo que en realidad es arte y asesinato a lo que propiamente es llamado asesinato, es tiempo de empezar a pensar con el corazón.
Es necesario que los seres humanos empecemos a implementar los conocimientos adquiridos haciendo uso de la moral y la ética para aprender a respetar nuestro entorno, para admirar la naturaleza con todos sus seres vivientes, para valorar cada especie, acatar las normas establecidas dejando atrás la utilización del poder para acabar y/o ejecutar con las vidas que tenemos a nuestro alrededor. Es importante que cada uno de nosotros comience a reflexionar sobre sus actos, delibere sobre sus pensamientos o acciones y se preocupe por actuar frente a este tipo de situaciones.
“El ser humano es un dios cuando sueña y un mendigo cuando piensa” Friedrich Hölderlin.



lunes, 4 de mayo de 2009

RESEÑA
ABUSO ANIMAL: UNA SEÑAL DE PROBLEMAS MAYORES

Alisa Mullins nació en 1980 en Norfolk, Virginia, es especialista en investigación sobre el trato ético de los animales, por lo tanto es un miembro de la organización PETA (People for the Ethical Treatment of Animals). Ha escrito numerosos artículos para periódicos y revistas como The Wichita Eagle, The New York Times, Las Vegas Review-Journal, entre otros; e incluso ha sido invitada a publicar sus escritos en websites como startribute.com.

El pasado 4 de Enero Mullins publicó su artículo “Abuso animal: una señal de problemas mayores” en el cual pretende resaltar que la violencia hacia los animales genera la violencia hacia los seres humanos. Para apoyar lo anteriormente dicho se basa en testimonios, hechos reales y en investigaciones realizadas por la Asociación Norteamericana de Psiquiatría y el consejo de Abuso Contra los Niños.

Debido a numerosos estudios realizados a los asesinos más reconocidos en Estados Unidos, se ha logrado demostrar que el inicio de las conductas violentas y sanguinarias practicadas en seres humanos radica en la práctica con animales. Mullins comenta que de acuerdo a los perfiles del FBI, de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría la gente que lastima a los animales, con seguridad seguirán “el juego” pero hacia un escenario mayor: sus compañeros humanos. La autora nos proporciona algunos ejemplos como el de Luke Woodham, de Pearl, Miss., quien torturó a su propio perro (describiendo el asesinato del animal como “una cosa bella”) antes de apuñalar a su madre hasta matarla y de disparar contra una conglomeración fuera de su escuela.
Con este tipo de estudios se puede comprobar que el maltrato hacia un animal dice mucho acerca de la conducta y la personalidad de un ser humano, debido a que las personas que disfrutan con el dolor de un animal también disfrutan con el de otro individuo, demostrando así su inestabilidad emocional y psicológica.

El director del centro de Estudios del Niño (Child Study Center) Howard S. Koplewicz afirma que entre los asesinos existe un factor común: su patrón de conducta violenta, cada uno de ellos comenzó siendo agresivo con sus compañeros y su familia, posteriormente disfrutó jugar con fuego, la crueldad hacia los animales, terminó aislándose de los demás y finalmente acabó matando a un ser humano, generalmente cercano.
Alisa Mullins agregó que a este ciclo de violencia también hacía parte la intrafamiliar; en un estudio realizado a mujeres golpeadas, la mayoría admitió que su pareja había matado animales y una cuarta parte confesó que seguían son su pareja para no tener que dejar a su mascota con ella.
Esta información es de gran importancia ya que al haber analizado los patrones de conducta de los asesinos, actualmente tenemos datos contundentes para reconocer a posibles abusadores y asesinos potenciales, para así poder proporcionar un tratamiento psicológico desde la niñez y detener cualquier conducta violenta a futuro.

En San Francisco, a raíz de conocer esta conexión sobre el patrón de conducta violenta, los oficiales son entrenados para recocer a los niños víctimas del maltrato al analizar a su mascota.
La autora añade que de acuerdo al Consejo de Abuso contra los Niños (Child Abuse Council), la mayoría de las denuncias reportadas son las de animales maltratados, pues es más notorio y no es necesario preguntarse “que habrá hecho el animal para que lo golpearan”, mientras que al denunciar sobre el maltrato de un menor de edad una de las preguntas más frecuentes es precisamente ésa y en algunos casos como en el abuso sexual no es directamente notorio en el cuerpo.
Para esto, en 1993 en California se estableció una ley que obliga a los oficiales de control animal a reportar el abuso de menores.

Es indispensable que de acuerdo con esta información la sociedad que aún califica el maltrato animal como un delito menor, se concientice sobre esta situación ya que al no castigar severamente a quienes maltratan a los animales, están ignorando las señales de violencia y las posibles ayudas psicológicas intensivas que se requiere para no generar criminales potenciales o apoyar la violencia intrafamiliar.